Compañeros, compartimos con ustedes las palabras de nuestros representantes estudiantiles, Rolando Seijas y Marianella Falcón, pronunciadas en el Acto de Entrega de Reconocimientos al mérito académico, y a la participación en competencias internacionales y en el voluntariado. El acto se realizó el lunes 22 de abril, durante la Semana de la Escuela de Derecho, en el aniversario de sus 60 años.
Rolando Seijas, estudiante de 5to AD, Consejero de Facultad:
Decano de la Facultad de Derecho Juan Luis Modolell, Directora Ninoska Rodríguez, Profesores y compañeros.
En primer lugar, consideró procedente agradecer en nombre de mis compañeros esta iniciativa de nuestra Escuela para reconocer cada año la excelencia y la participación en actividades de diversa índole de los estudiantes de la facultad. Hoy me corresponde compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la excelencia académica que debe marcar nuestro paso por esta Universidad.
“Alcanza la excelencia y compártela” frase de San Ignacio de Loyola que recoge el sentido de nuestros estudios y que inspira nuestra identidad como ucabistas.
Somos privilegiados de estudiar en la mejor facultad de Derecho de Venezuela pero este mismo privilegio nos coloca en deuda con nuestros conciudadanos menos favorecidos. No es una sorpresa para ninguno de los presentes la complicada situación que atraviesa el Estado de Derecho en nuestro país, día a día los abusos son más evidentes y son cometidos con mayor cinismo. Ante está complicada situación resulta fácil cuestionarnos el propósito de nuestro estudio, el sentido del Derecho.
Sin embargo, nada más alejado a mi propósito que generar un sentimiento de frustración con respecto al estudio de nuestra carrera. Hoy más que nunca creo que el país demanda de nuestro optimismo y de nuestra preparación, hoy más que nunca tenemos el deber de alcanzar la excelencia y compartirla. A nuestra generación de futuros abogados la historia ha asignado una de las más nobles y arduas tareas que ha tenido generación alguna en nuestro país, estamos llamados a la construcción de una Venezuela donde la ley pueda más que la voluntad de los gobernantes, donde los jueces nunca se arrodillen al poder y donde podamos ejercer nuestra profesión con el decoro y la vocación de servicio que exige la abogacía.
Esta noble tarea tiene como requisito esencial nuestra preparación hoy para ser el cambio de mañana. Es nuestro deber ineludible esforzarnos por alcanzar la excelencia en nuestra formación, el reto de nuestra generación no exige menos. Venezuela ve a sus estudiantes con esperanza en un mejor mañana, no podemos darnos el lujo de quedarle mal a nuestro país. Parafraseando a Ortega y Gasset: “No nos reúne lo que hicimos ayer si no lo que haremos juntos mañana.”
Venezuela ya ha sido maltratada por la mediocridad y por la indiferencia, quien quiera ser un factor que contribuya a la construcción de un país distinto no puede sino esforzarse por lograr la excelencia y fijarse metas a la altura de su formación. Recordemos que sólo cabe progresar cuando se piensa en grande y sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Recordando de nuevo al filósofo español Ortega y Gasset “A la república sólo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse de lo pequeño y proyectar hacia lo porvernir”
Sacudamos pues de nuestra universidad, de nuestra facultad valores ajenos a sus muros, expulsemos al facilismo, a la búsqueda de atajos ajenos al esfuerzo y empecemos a proyectar hacia la Venezuela del porvenir la que construirá la Ucabista juventud que se forma en nuestra universidad para mañana estar a la altura de su compromiso.
Los invito a que vean en esta tarea un sentido ulterior al estudio del derecho, a que nos recordemos cuando preparamos nuestras clases, cuando estudiemos, que lo estamos haciendo porque el futuro nos demandará que cumplamos con nuestra nación.
Cada uno de los presentes tiene motivaciones de diversa índole que lo llevan a buscar la excelencia en la formación académica, todas y cada una válidas y legítimas. No pretendo restarle valor a los incentivos personales que cada uno pueda tener, sino sencillamente compartirles estas reflexiones sobre el reto que nuestra generación tiene por delante que estoy seguro que nuestra patria sabrá agradecer a quienes lo asuman.
Si asumimos este reto será imposible no amar nuestra profesión, no ver en el derecho el instrumento para la construcción de una Venezuela justa donde se premie el esfuerzo y donde todos podamos en libertad construir el progreso y el desarrollo. Como bien establece Couture en su decálogo tengamos fe en “el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana, en la justicia, como destino normal del derecho, en la paz como sustitutivo bondadoso de la justicia y sobre todo tengamos fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz así amaremos nuestra profesión de manera tal que el día que nuestros hijos pidan consejo sobre su destino sea un honor para ti proponerle que se haga abogado.” Esta es hoy mi reflexión y mi invitación.
Como bien dice el himno de nuestra universidad vamos ucabista juventud “marchando a tu destino impávida como incontenible alud”, vamos a nuestra cita con la historia de este país, vamos a colocar nuestro pabellón en el risco de la justicia que ondeará con orgullo en la Venezuela que construiremos juntos.
Marianella Falcón, estudiante de 3ro CD, Presidenta del Centro de Estudiantes:
Estimado Profesor Juan Luis Modollel, Decano de la Facultad; Profesora Ninoska Rodríguez, Directora; estimados Profesores, Consejeros de Facultad, Miembros del Centro de Estudiantes, apreciado compañeros:
Futuros colegas, a todos ustedes, distinguidos a lo largo del año 2011-2012 y hoy, meritoriamente reconocidos, en nombre del Centro de Estudiantes de Derecho: ¡Felicitaciones!
Es un honor para nosotros representar jóvenes que se dedican al estudio de esta ciencia con determinación; y además nos enorgullece que muchos, con su esfuerzo, logren desarrollarlo con la excelencia que hoy es premiada. Además, como estudiantes conocemos el empeño y los sacrificios que estos reconocimientos significan para cada uno de ustedes.
De igual forma el Centro de Estudiantes está muy agradecido, pues no hay duda de que la impecable fama y prestigio que esta Escuela ha adquirido a lo largo de los años es, en gran parte, obra de todos ustedes. Sin embargo, y sin intención de restarle importancia, nos enorgullece aún más saber que la excelencia es tan solo uno de los diversos atributos que caracterizan al estudiante integral graduado de nuestra Escuela de Derecho. Pues, estos 60 años demuestran que egresan abogados destacados por ejercer el derecho de manera honorable, honesta, sobresaliendo siempre por su gran cualidad de líderes.
Es necesario, al dirigirnos a ustedes, mencionar el valor que tienen tales reconocimientos en las circunstancias que vivimos como venezolanos. En un país cada vez más complejo podríamos decir que nuestros éxitos se reducen a una sola cosa: responsabilidad. Pues el liderazgo de un estudiante de derecho consiste en la responsabilidad de entender el impacto que tenemos en los demás, y en cuidar de aquellos que creen en nuestra capacidad de promover sus derechos básicos. No obstante, en ocasiones, los graves problemas que enfrenta el derecho en nuestro país, parecen haber vencido al espíritu de los que pretendemos dedicarnos a las leyes. Por eso no debemos olvidar que estudiar derecho es una apuesta a la excelencia, es apostar al triunfo de la justicia en un mundo que se desmorona diariamente por el capricho y la arbitrariedad. Estudiar derecho, sin duda, es apostarle a Venezuela. Por eso, sigamos apostándole con fuerza, con compromiso, y convencidos de que es a través de esta inmensa responsabilidad que se puede decidir no tomar cualquier camino, sino tomar el camino que nadie nunca había tomado antes, y además, dejar una huella, como la que hoy todos ustedes han honoríficamente dejado.
Nuevamente, en nombre del Centro de Estudiantes de Derecho 2012-2013: ¡Felicitaciones!
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